
Foto: II conte di Luna
La iglesia fue concebida y proyectada para París por Luis IX de Francia para contener las reliquias de la pasión de Cristo que adquirió al emperador de Bizancio, Balduino II.
Las reliquias constaban de: corona de espinas, una parte de la vera cruz, la punta de la lanza, la esponja y otras reliquias del martirio de Cristo.
El edificio, concebido como capilla real y gran relicario, está situado en la Ille de la Cité, muy cerca de Notre Dame.
Consta de dos capillas superpuestas, la inferior destinada a la gente común y la superior para la familia real.
La capilla baja fue dedicada a la Virgen María y sirve de base a la capilla alta. Su baja altura, los macizos pilares y las bóvedas pintadas como un cielo de colores oro y azul dan la impresión al visitante de entrar en una cripta.
Una escalera de caracol sirve de acceso a la capilla alta, concebida como un relicario monumental.
El desarrollo de las estructuras arquitectónicas del gótico permitió liberar a los muros y poder colocar en su lugar enormes vidrieras policromadas, que alcanzarán su máxima expresión, tamaño y embergadura en esta capilla.

Foto: Andrew and Annemarie
En el centro de la cabecera de la capilla se dispuso una estructura cubierta y profusamente decorada para contener el relicario de bronce y plata donde se custodiaban las reliquias.
El proyecto se debió a Pierre de Montreuil y fue ejecutado en un breve espacio de tiempo, entre 1241 y 1248.
Se trata de una obra temprana del llamado Gótico Radiante, última etapa del gótico en la que las estructuras de bóvedas, nervios, contrafuertes y arbotantes permiten que el muro quede liberado y cada vez sea ocupado por un mayor número de vidrieras.
Las vidrieras permiten el paso de una luz tamizada que refuerza la experiencia sensorial del fiel en el interior del edificio, al tiempo que sirven para desplegar todo un repertorio didáctico e iconográfico de los pasajes bíblicos representados en ellas.
8 junio, 2012 at 9:47 am
Gracias intiresnuyu iformatsiyu
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